Este alimento tan presente en nuestras vidas, es algo que proviene de la prehistoria. Culturalmente, estamos muy expuestos al pan, lo consumimos como acompañamiento de las comidas principales y también muchas veces como base de nuestros desayunos, almuerzos o meriendas. Pero el problema de consumir este producto muchas veces no suele ser la frecuencia de consumo, sino la baja calidad que suele tener.
Primero de todo, aunque mucha gente cree lo contrario, para comer saludablemente no es imprescindible comer pan. Pero estamos tan aconstumbrad@s a hacerlo que no se nos pasa por la cabeza no comprarlo. Sin embargo, a la gente que le gusta el pan, ¿cual le gusta el pan blanco o el 100% integral? Por lo que, ¿nos gusta el pan o el producto ultraprocesado que se hace llamar pan?
La verdad es que no es muy fácil encontrar un pan de calidad, hay muchas panaderías pero muy pocas ofrecen esta opción. El no tener al alcance, nos lleva a consumir uno de menor calidad. De todas formas, hoy en día hay muchos obradores pequeños que elaboran pan y aunque a primeras parece que tiene un precio más elevado, si cortamos en rodajas y lo congelamos, nos puede durar toda la semana. Además, puede ser una estrategia útil para regular la ingesta de pan.
¿Pero sabéis qué es lo que debería de tener un buen pan? ¡Los ingredientes justos y necesarios para poder hacerlo! Es decir, harina, levadura o masa madre, agua, (aceite) y (sal). En el caso de la harina, conviene que sea integral, ya que tendrá más propiedades y más fibra y esto hará que nos saciemos antes comiendo la misma cantidad.
Hoy en día, aunque lo más normal es comer pan de trigo, también podemos encontrar panes hechos de harinas de espelta, centeno, maíz… ¿Pero los panes más oscuros son más saludables? ¡No! El color no nos va a dar ninguna pista. Puede que se haya hecho con una harina más oscura o que le hayan echado colorantes o algún otro ingrediente para que parezca más saludable. Por eso, ante la duda, como siempre, hay que leer la lista de ingredientes para no creer los trucos que utilizan las industrias alimentarias con el único objetivo de vender.
¿Y tu, dónde compras el pan? ¿Es de calidad? ¿O lo haces en casa?